Este fin de semana el Polideportivo será la sede del cuadrangular del que las Lobas forman parte y, a lo lejos, se escuchará la música que antes sonó en calle 4, hace casi 30 años y que brota de las entrañas identitarias gimnasistas. El Polideportivo vivirá, una vez más, un fin de semana a pura fiesta, descontrol y alegría porque Gimnasia es pueblo, fiesta, carnaval y rocanrol.
Un instante. Una foto. Un recuerdo. Un momento. Muchos momentos. Todos. Una epifanía. Una revelación divina. El corazón tripero ese que no entiende, ni quiere entender de razones se asoma por los grandes portones azules de calle 4 y siente el calor de su pueblo, el calor de su gente. Es ansioso. No espera. Entra. Camina por los pasillos de paredes azules y blancas. No se ve otro color.
Se respira deporte, se respira música, se respira pasión. Camina hacia el centro de la cancha. Es imponente y él se siente pequeño ante semejante inmensidad. El único Polideportivo de la ciudad de La Plata está frente a sus ojos. Todo para él. El corazón tripero gira sobre su eje y contempla. Butacas azules y blancas envuelven la cancha de parquet que él pisa y en la que tantas generaciones de deportistas se formaron, compitieron y se coronaron; en la que tantos socios decidieron los destinos del Club; en la que tantas bandas de rock hicieron vibrar corazones como si de gimnasistas se trataran todos. Paro también fue ese lugar el elegido para eventos nacionales e internacionales, para la preparación de la Selección de Básquet y para deleitarse con estrellas deportivas.
Arriba de las butacas, en los dos extremos: la popular. ¡Y qué le van a hablar de pueblo al corazón tripero! Sabe de qué se trata. Allí miles de compañeros cantaron y alentaron a las Lobas y a los Gladiadores, el eco puede sentirse. Ahora. Siempre. Los acordes de “Ji-Ji-Ji”, “El Farolito” y “Vasos vacíos” siguen resonando veinticinco años después, como las vibraciones que se sienten en la piel. Esa piel de lobo que se eriza cada vez que Gimnasia da vuelta un marcador adverso en el segundo suplementario con un triple (in)esperado, o cuando las Lobas meten un bloqueo para convertir el tanto ganador del set.
Los Redondos, Fito Páez, León Gieco, Los Piojos, Los Fabulosos Cadillacs, Molotov, Guasones, Soledad Pastorutti, entre otros; partidos y campeonatos de vóley y básquet; ascensos y descensos; fiestas, galas, asambleas, discusiones, abrazos y festejos; anfitrión de extranjeros y de festividades y eventos de orden político, del espectáculo y del deporte nacional e internacional. Todo en el Poli.
El corazón tripa sigue girando. A un lado, el Salón Héroes de Malvinas, amplio espacio para la práctica de patín artístico y competitivo. En los pisos superiores, salones donde se practican: esgrima, artes marciales, clases de gimnasia, y, además, un gimnasio de pesas. Del otro lado, un gran cartel con su nombre: “Víctor Nethol”, reconocido hincha, socio, deportista y miembro del Tribunal de Honor tripero y de la gran familia Mens Sana.
El Polideportivo es patrimonio gimnasista y de la ciudad de La Plata. El corazón tripero lo sabe y, parado en el centro de esa enorme madriguera, es invadido por una profunda sensación de realización. Es en ese lugar donde el corazón tripero entiende el sentido de las cosas, el sentido de la vida, el sentido de pertenecer.
Calle 4 entre 51 y 53. Ahí está el Poli, al lado de la Sede Social. Ahí está el Poli de categoría 78, con muchas remodelaciones para mantenerse de pie. Ahí está el Poli viviente, el Poli que da vitalidad y el que recibe vida de cada corazón tripero.
Ahí está el único Polideportivo de la Ciudad esperando ser habitado por las 3 mil almas que pueden ocuparlo. Ahí está el Poli preparado para el próximo fin de semana, el décimo primer fin de semana del 2017. Espera expectante un cuadrangular completo de la Liga Argentina de Voley. Espera conectar la música que estará sonando en Olavarría con su pueblo, esa música que suena lejos pero que antes sonó dentro suyo, esa música que hace a la identidad gimnasista, esa Negra Poli, esos negros en el Poli, ese Skay y ese Indio, esos Redondos que son el pueblo y ese pueblo que Gimnasia.
El único y extraordinario Polideportivo tiene la más fuerte y pura convicción que los corazones triperos lo coparán como siempre, que acompañarán al básquet, al vóley, que alentarán y cantarán hasta desafiar los límites de sus voces, que aplaudirán cada tanto como si fuese el último, que se abrazarán sólo por el hecho de ser triperos. Que demostrarán una vez más ser el pueblo y la música que lo habita. Que dejarán la calidez popular resguardada entre tablones, butacas, pesas y pelotas. Calidez popular que se recogerá la próxima cita y se acumulará a la nueva, porque Gimnasia es sentimiento y el sentimiento no se termina. Gimnasia es pueblo y el Poli de todos.
Por: Gisele Ferreyra / @PiruGisele
PH: Gimnasia Oficial
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