La cancha de sintético: ¡El sueño de las Lobizonas!

Este año el hockey tripero cumple su sexto aniversario desde su vuelta al club, y desea que la cancha de sintético esté, al menos, en marcha. Gabriel Pellegrino, presidente de Gimnasia, declaró luego de la Asamblea del viernes: “Esta semana comenzaremos con las obras”.  

El sueño comenzó a dar sus primeros pasos en 2009. Una apasionada hincha de Gimnasia y profesora de educación física, decidió presentar un proyecto para que la disciplina vuelva a tener un espacio en la institución. Esa mujer, que aún hoy sigue firme a pesar de las adversidades, se llama Lucía Romagnoli.

Así comenzó la historia: Con un puñado de jugadoras que entrenaban a pulmón con las luces de los autos en las canchas auxiliares de 60 y 118, con el césped largo y un espacio físico que dejaba mucho que desear. Pero siempre, con el entusiasmo y el amor que significa vestir la camiseta más hermosa del mundo: la Azul y Blanca.

El hockey fue creciendo -a pasos agigantados- con mucho trabajo y sacrificio. Y así como creció el deporte fueron creciendo los anhelos, los deseos y el número de chicas que se sumaban. De 60 y 118 lograron trasladarse al Bosquecito. Ese lugar magnífico, lleno de historias y en el que hoy entrenan las Lobizonas.

Tras un proceso de conformación no sólo de las categorías, sino también, de los cuerpos técnicos; y al comenzar a contar con un espacio físico acorde, se decidió empezar a competir.

El 2014 arrancó con todo. Aquel puñado de chicas eran ya más de 100 jugadoras de 9na a 1era división.  Ese primer Torneo Metropolitano sobre césped superó todas las expectativas pensadas. Clasificación a playoff para todas las categorías competitivas, un subcampeonato inolvidable de la Quinta división, un campeonato impecable de la Primera que se mantuvo en la mejor posición durante todo el campeonato y un sinfín de alegrías que coronaban un año espléndido.

En 2015 las la vara fue más alta: Gimnasia competía por primera vez en césped sintético, pero seguía entrenando en césped natural y eso daba ventaja a los rivales porque, la mayoría, contaban con cancha propia. Pero esa limitación no fue un impedimento para que, nuevamente, estas chicas y cuerpo técnico realicen una campaña ejemplar. Las Lobizonas estuvieron a un punto del ascenso, con todo lo que eso significa: Esfuerzo, trabajo, constancia, paciencia, altibajos. Pero siempre con la Azul y Blanca en el corazón y en la mente, en cada partido y en cada bocha.

Las jugadoras se adueñaron del Bosquecito, de los colores. Entrenaron cada día más y mejor. Y  llegó el momento de exigir la cancha propia. Surgió el deseo de llegar al entrenamiento y ver esa bendita alfombra ahí. En 2016, con diferentes problemáticas nuevamente las chicas del Lobo salieron a la cancha a dejar a Gimnasia en lo más alto y fueron otra vez por el ascenso. Está vez se hizo más difícil, pero de todas formas, de 17 equipos, la Primera se ubicó en la séptima división.

La Sexta primera en su zona, Quinta tercera, Intermedia tercera.  Más allá de todos estos logros, el espacio de la cancha sigue estando ahí: vacío, pero a la vez tan lleno. Lleno de una disciplina que no se rinde, que la pelea, lleno de jugadoras que aman la camiseta, que la respetan y que no van a dejar de soñar con la cancha. Imaginando cada día llegar y verla. Jugar en el Bosquecito  significaría, cumplir una meta, materializar un deseo muy grande, algo que se creía casi inalcanzable allá por el 2009.

De a poco parece asomar la solución a la limitación más grande que sufre el hockey. A pesar de la dramática situación económica que sufre la institución, ayer en un día histórico para el club, los socios dijeron ¡Sí! a la participación del Concurso Preventivo de Acreedores y de esta forma podría encontrarse el aporte económico para comenzar con las obras que darán el espacio y las condiciones básicas y necesarias para las casi 300 chicas que defienden cada domingo la camiseta.

La semana anterior, el presidente Gabriel Pellegrino se acercó a las inmediaciones del Bosquecito para ver en qué circunstancias estaban realizando la pretemporada las Lobizonas y declaró:  “Me disculpo con todo el hockey, es la disciplina más maltratada del club”.

Luego de la Asamblea de ayer, nuevamente Pellegrino hizo declaraciones respecto a la cancha y aseguró:  “Les dijimos que después de esta semana de trabajo intenso que teníamos,  nos íbamos a poner a la orden para empezar a trabajar. La cancha la necesitamos, para ellas y para el club. Tenemos 300 chicas que son socias, que participan, que actúan, que se comprometen y cómo no devolverles algo de lo que ellas le dan al club”.

El día que la cancha esté en Bosquecito, todo será felicidad. Pero también, tendrá un sabor amargo, por aquellas jugadoras que decidieron irse por las promesas incumplidas, por el desgaste con la anterior gestión, por la desvalorización al hockey.  El caso más reciente y que representa una ida importante para el plantel de mayores y para todas las categorías es el de la ex capitana, Estafanía Garizoaín, líder indiscutida dentro y fuera de la cancha, pilar fundamental en los inicios del deporte pero que, a costa de no resignar sueños personales, decidió irse a otro club para darse el gusto de jugar en sintético.

Más allá de estos procesos de reacomodación por el que transitan las Lobizonas, el panorama comienza a presentarse alentador para esta disciplina que no deja de pensar en la cancha que, para muchos será sólo un pedazo de alfombra pero, para las jugadoras significaría no sólo una alegría inmensa, sino también una coronación al esfuerzo, a la entrega desmedida, a la pasión, al trabajo en silencio y en equipo y sobretodo a concretar el sueño de sus vidas.

Por: Soledad Fernandez

Edición: Gisele Ferreyra

Sé el primero en comentar

Dejar una contestacion

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.


*