La novela de las elecciones y un nuevo capítulo

El domingo y el lunes fueron días bochornosos para la política del club donde sin lugar a dudas se dejó testimonio de una de las peores elecciones de la historia. En medio, un club concursado, hundido en los promedios, con una deuda post concursal que duele de solo imaginar el momento del pago, y con Maradona como rehén y sumamente influyente en el escenario.

Las reuniones en pos de la –ahora tan famosa- unidad de todo el arco político vienen teniendo lugar desde hace varias semanas. No tantas, de hecho el oficialismo estaba expectante y recién salió a la cancha luego del clásico. Sin dudas, un resultado favorable quizá hubiera arrojado un manto de piedad por sobre la dirigencia de aquellos que se oponen a la actual gestión.

Con el correr de los días, emergió en la marea política la figura de Julio Chaparro, empresario platense, socio reconocido que supo formar parte del Grupo Campus. Su rol era claro: el convocante. ¿Por qué? Porque fue receptivo de múltiples mensajes y llamados de varios sectores descontentos con la gestión actual. Pero esos cónclaves buscaban la unidad total, es decir, con el actual presidente Gabriel Pellegrino adentro. Y ahí comenzaron las diferencias. (Ver aparte).

Mariano Cowen, candidato a presidente por Gimnasia Grande mantuvo siempre firme sus convicciones y no se cansó de dejarlas bien en claro: “Mi límite es Pellegrino”. Y por eso es hoy el más fuerte para sucederlo en el cargo, no sólo por la firmeza de su postura que parece ser inclaudicable, sino porque su trabajo data de largo tiempo (participó en las elecciones de 2016), su equipo de trabajo ya elaboró líneas de trabajo, y porque fue uno de los primeros en definir y presentar su lista.

Por otro lado, Salvador Robustelli, de Convergencia Gimnasista siempre se mostró como el más dialoguista de todos. Pero el domingo se cansó, y pese a que diez minutos antes, el pellegrinismo puro lo volvió a convocar para unirse contrarreloj, presentó la lista de su espacio.

Así entonces, dos fueron las listas presentadas en tiempo y forma, el domingo 17 antes de las 19 horas. Cerca del final del límite, el apoderado del Plan Integral, que tenía intenciones de llevar a Antonio Gargiulo como candidato,  se acercó a la Sede Social con un pedido de extensión del plazo para la presentación de espacios que competirán en las próximas elecciones.

Mientras tanto, Gabriel Pellegrino y un grupo reducido de dirigentes seguían preparando su lista. Sin éxito, decidieron a última hora, bajarse de las elecciones. Con el siguiente comunicado.

El lunes fue un caos. Diego Maradona llegó al predio de Abasto decidido a despedirse de sus dirigidos que lograron convencerlo de reconsiderar su decisión. El Diez se fue del predio con su postura en stand-by, no sin dejar en claro que quiere la unidad política con Pellegrino adentro.

A la orden los llamaron, y se reunieron en el Campus: Pellegrino, Cowen y Robustelli (estos dos últimos NO pudieron charlar con Maradona, objetivo común por el que se acercaron a Estancia Chica). A la salida, el candidato de Convergencia Gimnasista aseguró que “la unidad estaba avanzada”, y que estaba dispuesto a bajar su lista. Muy por el contrario, Mariano Cowen mantuvo su postura y contó que se propuso avanzar con una “CD de transición” por seis meses más, hasta que dure el contrato de Maradona. No le gustó. Sin embargo este martes vuelven a juntarse. Todo puede pasar.

Desde la oposición, más precisamente Gimnasia Grande, y una multiplicidad de voces triperas hablan caratulan la situación como una extorsión del Pellegrinismo. Lo cierto es que todo el pueblo Gimnasista se ve afectado por esta paupérrima situación política.

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