En un partido donde las flaquezas se vieron en la cuestión ofensiva en tanto falta de goleo, la defensa mostró puntos altos como Torsiglieri y Morales. Mientras que Spinelli y su proyección prometen.
El Lobo propuso y el Ciclón dispuso. Así se puede concluir a grandes rasgos lo sucedido esta tarde en el Bosque. El equipo se mostró compacto para generar claras chances de ponerse en ventaja, pero pecó de ineficaz y el rival, supo cuándo lastimar para llevarse los tres puntos.
En un rodaje donde no se puede criticar el empuje y la actitud de ir a buscar el triunfo en cada pelota, hay rendimientos más altos que otros. Estos últimos, los “otros” sin dudas son los que deben manifestarse de tres cuartos para adelante. ¿Por qué sin dudas? Porque lo que falló esta tarde fue la puntada final, la resolución de las jugadas.
Ahora bien, dentro de los futbolistas de ataque que hoy soy apuntados, hay que destacar de manera positiva la actuación de Claudio Spinelli quien de no ser por un atajadón de Navarro, pudo haber marcado el 1-0 para los de Ortiz. Pero además se mostró movedizo, rápido y atento; inquietó, buscó, y aportó mucho al juego ofensivo.
Pero hoy los puntos más destacados son para los refuerzos del fondo. Marco Torsiglieri y Leonardo Morales fueron lo mejorcito del Lobo. El central oriundo de Castelar se convirtió en el patrón de la defensa en poco tiempo, tiene un gran orden táctico, es portador de una voz de mando absoluta donde deja explícita su experiencia para ordenar a sus compañeros. “Es una radio”, había dicho el Indio Ortiz, y así se vio el otro día en Lanús y ahora con San Lorenzo.
Por su parte, el lateral ya casi borró los lamentos por la salida de Oreja y cumplió con creces su labor en el sector derecho. Rápido, con buen juego aéreo, prolijo y solidario a la hora de pasar al ataque. Cuando en el segundo tiempo le tocó ir de extremo, lo hizo de manera correcta. ¡Bien por el entrerriano!
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