En el aniversario 132 de Gimnasia, un símbolo de nuestra institución habló con Mundo Tripero Radio para celebrar y conmemorar momentos únicos para su carrera como profesional, y para todo el pueblo Gimnasista,
Un festejo a la altura de nuestra institución. Sin dudas, Sebastián “Chirola” Romero es hoy un ídolo de Gimnasia, un referente, un símbolo al que la mente acude inmediatamente cuando se habla de historia y pasión. Un verdadero hincha, de esos que defendieron la camiseta de tal manera que cada uno de los triperos lo siente, lo quiere y lo abraza. Siempre.
Pese a que su última salida no fue de la mejora manera y generó múltiples reclamos, enojos y repudios por parte de los triperos y triperas, Chirola, como el gran tipo que es, no quiso faltar en la celebración de los 132 años de la institución. Por eso, ayer, 3 de junio de 2019, habló con Mundo Tripero Radio: “Quiero desearle un feliz cumpleaños a Gimnasia en este día tan lindo y especial”.
Y de inmediato dio detalles de su sentimiento: “Es grandísimo lo que siento por el Lobo, es difícil de explicar. Pero cuando nos hablamos entre nosotros nos entendemos y sabemos todo lo que significa. Yo entro al Bosque y me olvido de todo, es algo que necesitás. Por ahí estás un tiempo sin poder ir y necesitás estar en contacto con algo, lo que sea, de Gimnasia. Como dice la canción, es un sentimiento inexplicable”.
Asimismo, remarcó que lo que él siente por Gimnasia “es lo mismo que sentís vos”, e insistió: “Con el Lobo te olvidás por un instante de todos los problemas que podés llegar a tener y te metés en ese mundo hermoso que es Gimnasia. Entrás al Bosquecito y te pasa eso, lo mismo en la Sede, en Estancia Chica”.
¿Qué momentos te marcaron?
“Momentos lindos tengo un montón”, dijo y siguió: “Porque desde chico crecí al lado de Gimnasia y los recuerdos son inevitables. Cada momento de los entrenamientos del fútbol infantil con mis técnicos de ese momento, ese equipo tan importante que es la 78 que fuimos creciendo y aun hoy somos amigos”.
Pero también, “el momento en que mi viejo me llevó en el 84 a ver el ascenso en el Bosque, siendo tan chiquito es una imagen que recuerdo. Me acuerdo de la Copa Centenario, del gran equipo del 96, de mi debut, y bueno un montón de momentos que bueno, podríamos enumerar y estar horas”. Por supuesto continuó: “El gran equipo que hicimos en el 2008 para salvarnos en la promoción en ese campeonato tan difícil para Gimnasia, mi última etapa para mí también fue muy lindo volver de grande a vestir la camisera del club. Hasta el día de hoy te poner bien y te emociona estar y hablar de Gimnasia”.
Hoy, cuenta, comparte Gimnasia con su familia, y “es lindo y natural”. “Al acompañar a mi hijo (Tomás), recién entiendo lo que le pasaba a mi viejo, él no era de fumar y cuando me iba a ver a mi se bajaba un atado de cigarrillos. Ahora entiendo todo eso. Yo no fumo pero me como el alambrado de Estancia Chica de los nervios, porque uno siempre quiere que le vaya bien a su hijo”.
Imposible no hablar del Viejo
El sueño de todo juvenil es llegar a primera, y con la llegada del Viejo Griguol, Chirola y sus compañeros en aquel momento, se sintieron motivados. “Llegó e incentivó a toda la cantera del club, porque le dio la esperanza a cada jugador de inferiores”, contó y siguió: “Nosotros teníamos una categoría muy buena, y fuimos campeones en séptima y en sexta, y los técnicos de arriba nos empezaron a mirar y de a poquitos nos fueron sumando a los entrenamientos de primera. Era todo mucho más fácil porque nos sumábamos a un equipo que era de lo mejor que tuvo gimnasia, estar al lado de los Mellizos (Barros Schelotto), por ejemplo, para nosotros era un sueño. Aprendimos muchísimo de cómo había que defender la camiseta del Lobo, mas allá de que nos inculcan desde chiquitos cómo hacerlo.”
La verdadera escuela
“Yo me recibí en el secundario gracias al viejo”, recuerda Chirola. Era buen alumno, sin embargo en 5to años se le hacía difícil llevar una constancia en el estudio.
Es que entrenaba en la selección juvenil. “Yo salía de Berisso cinco y media, iba a la estación de tren, de ahí hasta constitución, después me tomaba un subte hasta Viamonte y de ahí salía el micro de AFA, y llegaba muy tarde”, contó y continuó: “El último de año iba de noche, pero muchas veces no podía ir. Cuando terminó diciembre, me llama un día al vestuario el viejo y me dice: tenés 8 materias bajas, las tenés que dar porque si no vos sabes que a nosotros no nos gusta que los chicos no estudien. Métele pata y rendí todo porque quiero el título. Gracias a él le metí fuerte al estudio y di las 8 materias y me dieron el título, fue gracias al viejo y a toda la gente que trabajaba para que los chicos puedan ser mejor”.
El sueño del pibe
Chiro rememoró el momento en que se enteró se su primera concentración con primera división. “Yo venía entrenando con el plantel y venía bien, me destacaba. Ese día me levanto y le digo a mi viejo: ´ahora cuando vuelvo seguro te doy la noticia de que voy a concentrar´”, dijo y siguió: “No sé, me tenía mucha fe. Entrenamos, termina el entrenamiento y me quede pateando un poco en la cancha uno. Cuando voy saliendo el Pata Pereyra me dice: ´te felicito´.
“Una alegría inmensa, fue tocar el cielo con las manos, lo primero que hice fue tratar de bañarme rápido y llegar a mi casa para contarle a mi viejo”, recordó.
Por último destacó lo que pare él, es lo mejor que te da el fútbol: los amigos. “Mi grupo categoría 78 sigue hasta el día de hoy, ahora estamos organizando porque se cumplen 25 años del campeonato de 7ma división. Hablamos todos los días, nos reímos, contamos anécdotas, nos juntamos cuando se puede”.
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