En domingo de Pascuas el Lobo resucitó en Rosario, Gimnasia estaba muerto, perdía por la mínima y con un jugador menos, pero con los goles de Silva, el gran segundo tiempo de Mussis y las locuras de Hurtado, ganó, pasó y tuvo su resurrección.
Santiago Silva se llevó los silbidos de todo el Coloso, no dejó buenos recuerdos en Rosario y ahora, lo quieren menos. El tanque ingresó desde el banco, con toda su potencia y sus ganas y al los 3 minutos de ingresado marcó el primer tanto y luego, se hizo cargo del penal, un penal nada fácil, que el uruguayo decidió picar para dejar en ridículo a Aguerre y que deliren todos los triperos.
«Me fui muy triste el otro día del Bosque y hoy me pude sacar la espina» afirmó Franco Mussis, el Gordo fue decisivo en la victoria Tripera, se adueñó del mediocampo, trabó, luchó, corrió y jugó no le faltó nada al Segundo Tiempo de un jugador que parece haber vuelto a ser el que alguna vez todos aclamamos.
¿Que decir de Hurtado que no se haya dicho? Loco, demente, descarado, atrevido, insolente, el juvenil venezolano jugó un partidazo, le faltó su gol, pero volvió loca a la defensa de la Lepra, ni hablar del sombrero de taco que quedara inmortalizado en la retina del pueblo gimnasista.
Párrafos apartes, el primero para el Indio, entendió que necesitaba el partido, le lavó la cabeza a los jugadores en el entretiempo e hizo los cambios necesarios para poder revertir el resultado.
El segundo párrafo aparte para Gonzalo Piovi, el central que tuvo un error en el Bosque y terminó en el córner del penal en la ida pudo al igual que Mussis sacarse la espina, jugó un buen partido y marcó su primer tanto en el Lobo.
Tercer párrafo aparte, destacable el esfuerzo físico que hicieron Comba y Tijanovich, los rapiditos y revulsivos que tiene el Lobo en las bandas dejaron todo en la cancha y merecen su reconocimiento.
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