El Bosquecito
Hace cinco años entré por la puerta principal. Tímida, nerviosa, ansiosa. Típico de un primer día. Pero nunca pensé que iba a ser el primero en lo que hoy es mi lugar en el mundo: El Bosquecito.
Es que de pronto, cada vez que llegaba ahí tenía una sonrisa y no sé cómo pasó, pero ahí me sentía en casa. El Bosquecito es un lugar especial para todxs lxs que día a día lo habitamos. Guarda risas, muchas risas, de esas que te hacen doler la panza. Pero también, llantos, enojos, abrazos, entrenamientos y partidos cargados de diversas emociones.
El Bosquecito es el sol en días fríos, es un abrazo de tu vieja cuando sentís que no podés más, es unos mates con tu mejor amigx un día de tristeza, es un abrazo de tus abuelos después de no verlos por mucho tiempo, es calma en el peor día de tu vida, es la sonrisa de muchxs hermanxs que no son de sangre pero son de alma. El Bosquecito es eso: Familia, amor, amistad.
El Bosquecito es mi casa, son gritos y abrazos de gol en el último minuto de un partido difícil. Es la fuerza y el aire cuando sentís que no llegas. Es mi lugar. Donde estoy cuando no quiero estar en ninguna parte.
Después de ocho años de hockey y de cinco míos de estar en el club, tenemos cancha de sintético y estamos a tres días de que la vuelta se oficialice. Hemos sufrido mucho por tenerla, pero también, hemos disfrutado el recorrido y el aprendizaje. Por eso verla hoy ahí, es materializar un sueño cargado de ilusiones, de dedicación, de trabajo y sobre todo de pasión, la revancha de lxs triperxs, la que nos mueve y la que activa nuestras convicciones.
Volver a casa con la camiseta más hermosa del mundo, es mejor de lo que pude imaginar. Volver a jugar en el Bosquecito con mis compañeras que son hermanas, con los padres y madres que son nuestro apoyo y que también los adopto como míos, con el Cuerpo Técnico que son mi guía y con amigas que hoy no están adentro de la cancha pero que desde afuera van jugar el partido, no tiene precio. Todo esto que siento, que me provoca Gimnasia, estos colores, las personas que me rodean, esta enfermedad hermosa albiazul, es lo que nos distingue.
El Bosquecito, en fin, es como volver al lugar donde siempre fuiste feliz. Donde yo soy feliz.
Por: Soledad Fernandez
PH: Gimnasia Oficial
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