Se fue Pedro y la sensación por acá es de profunda tristeza. No se iba a ir todavía, y capaz tampoco en las próximas fechas. Bueno, no se fue. Lo echaron. En la CD hay varias posiciones en contra de la decisión que, aseguran, fue íntegramente del presidente, Gabriel Pellegrino.
Y lo echaron después de una derrota. Si, está bien, de varias. De muchos partidos perdidos. Pero justo cuando el Lobo había mostrado otra cara. ¿Por que no después de la derrota lastimosa por un paupérrimo desempeño ante Lanús? ¿Porque quedan menos fechas, o porque dijo algo fuera de lugar que molestó a alguien? No lo sabremos porque oficialmente la desvinculación del técnico fue “de común acuerdo”.
Lo único cierto es que a Pedro se lo usó como espaldarazo y que ahora no sirve más. Que Gimnasia está a la deriva en el peor momento. Que quedan sólo seis fechas, 18 puntos en juego y el descenso acecha como un maldito verdugo.
Pedro asumió en junio y dirigió 25 partidos donde acumuló 10 victorias, 3 empates y 12 derrotas. Entre ellos, el camino a la final de la Copa Argentina contando los ganados por penales.
Después de la hermosa experiencia en Mendoza nos dimos todos un baño de realidad con la Superliga. Y el DT estaba tratando de encontrar el rumbo del equipo con pocos recursos y poco tiempo, claro. Muchos factores jugaron en contra pero nada asegura que otro DT lo hubiese hecho mejor.
¿Quién viene ahora? ¿Agarra el Indio? Horrible y conocida incertidumbre que ya está echando raíces en el Club.
Mañana el Lobo vuelve al trabajo. No se sabe quién tomará el mando.
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