El tanque Silva hizo el trabajo sucio, ese que no se ve, Melluso defendió la camiseta como lo que es, un hincha. Rinaudo volvió a su nivel, Coronel defendió todo y Oreja jugó con 40 grados de fiebre.
El Lobo ganó, no goleó, no fue vistoso, no tuvo posesión, pero ganó y se destacó en nivel colectivo. Nada será fácil para Gimnasia en esta temporada, complicado en los promedios, con muchas bajas sensibles, por eso en el equipo lo que hay es sacrificio.
Santiago Silva se sacrificó por el equipo, el goleador, el 9, ese que vive de los goles estuvo bastante lejos pero, ¿qué hizo? De todo, bajaba hasta un adoquín, aguantó, luchó, y hasta relevó a sus compañeros (en algún momento jugó de volante por izquierda mientras atendían a Gómez). El Tanque no estuvo cerca del arco, no tuvo situaciones concretas, pero en el rendimiento colectivo e individual no hay reproches para el jugador que entendió cómo jugar hoy en el Lobo.
Matías Melluso no para de deslumbrar al público tripero, el lateral izquierdo no bajó del podio desde que debutó en Primera. El categoría 98 se luce con su garra, su carácter, sus ganas y su seguridad, tanto con la pelota en los pies, como a la hora de marcar. El defensor fue nuevamente uno de los puntos altos en la victoria del Lobo.
Fabián Rinaudo está recuperando el nivel que lo llevó a ser uno de los mejores mediocampistas del país. Fito, con claridad, garra y ganas, dominó el sector medio del campo. Maximiliano Coronel fue otro de los destacados, seguridad en la pelota aérea y firmeza en la marca, junto con Manuel Guanini pudieron aguantar los embates de Bobadilla y Benítez, dos delanteros de mucha experiencia y potencia.
Matías Gómez, otro de los pibes triperos que se destaca por sus ganas. El Monito no tuvo el mejor de los partidos, pero se sacrificó a full por el equipo, corrió, metió, bajó, defendió y hasta trabó con la cabeza cuando fue necesario.
Párrafo aparte para Facundo Oreja, que se bancó el partido con 40 grados de fiebre. El marplatense era duda para disputar el encuentro por un estado gripal fuerte y se bancó todo el encuentro redondeando una aceptable labor.
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