En la primer jornada de la Copa Metropolitana, las Lobas vencieron anoche sin inconvenientes a Banfield de visitante. Fue en sets corridos, con parciales de 11-25, 14-25 y 12-25. El siguiente sábado harán su debút en el certamen como locales en el Polideportivo frente a Italiano.
Atrás quedó la semifinal con San Lorenzo en la Liga Nacional, aunque por ahora el problema es superar las ausencias de Tanya Acosta y Fernanda Melo -presente ayer en el encuentro-. Gimnasia se rearma y tiene el plus de contar con un gran semillero para combinar con las más experimentadas, que van tomando rodaje en esta Copa.
Casamiquela sabe que tiene un as bajo la manga y que no cualquier equipo lo tiene: la facilidad de sacar jugadoras de las juveniles. Y no es de suerte, o algún caso aislado, sino que es producto de un arduo trabajo. Ante las salidas de las dos jugadoras más importantes, vuelve a apostar, una vez más, en las más pequeñas. Y rinden, se complementan. Las Lobas son una máquina de ganar, y de resurgir.
En la noche de ayer pasó lo que estamos acostumbrados a ver, un equipo arrasador que liquida y deja sin chances a sus rivales. Con los tres sets muy parecidos, las dirigidas por la eterna Paula Casamiquela sacaron una notable diferencia en los parciales y se llevaron el partido en un abrir y cerrar de ojos.
Con el triunfo bajo el brazo, las Lobas ya piensan en el próximo sábado ya que reciben a Italiano en el Polideportivo Victor Nethol.
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