Alemán lo mejor de un partido chato

Gimnasia tuvo una floja actuación frente a Arsenal en Sarandí. Fue empate en cero y un partido chato de principio a fin. Los rendimientos triperos fueron parejos en una actuación colectiva pobre. Lo más destacado, Alemán y su empuje, Dibble y sus dos oportunidades de gol, y la velocidad de Bonifacio.

Gimnasia y Arsenal no propusieron y como resultado se dio un partido aburridísimo en la tarde de Sarandí. Si bien el Lobo arrancó con ganas, se desinfló apenas trascurridos unos minutos del primer tiempo. Lo más destacado de Gimnasia fue nuevamente Brahian Alemán. No tuvo su mejor rendimiento pero, de todas formas, fue el mejor.

El uruguayo que, siempre, es fundamental para la firmeza, contundencia y generación de juego, no pudo estar en su máximo esplendor, pero no hay partido en que no haya que resaltar su labor, pura tripa, corazón y buen pie.

Luego aparece Nicolás Dibble quien tuvo dos claras situaciones de gol y por momentos desequilibrante, aunque le sigue faltando concluir la jugada. Falla en la definición y queda en la nada. Se pierde un gol increíble con un remate a las manos del arquero Pablo Santillo.

Por último, la velocidad de Ezequiel Bonifacio fue protagonista. Ya lo había hecho ante Rosario Central donde se había mostrado enchufadísimo desde el arranque y había convertido. Esta vez bajó la intensidad en el marco de un partido con pocas luces en general.

El resto del equipo se mostró homogéneo en sus rendimientos y colectivamente se lo vio deslucido. Ahora se viene el clásico y hay que dejar todo.

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