El Bosque cumplió 94 años y desde las Subcomisiones de Vitalicios y Cultura y Museo del Club organizaron una celebración en las instalaciones del Juan Carmelo Zerillo.
Nuestra Casa que tantas veces estuvo en el eje de discusiones acerca de si era o no nuestro lugar. 60 y 118 el hogar donde cada uno de los triperos encontramos cobijo a nuestras emociones, donde cada pino fue testigo del devenir de nuestros valores e identidad. Ese Bosque preciado cumple 94 años.
En los últimos días mucho se habló acerca de salir o no de él para jugar el partido frente a Boca, líder del campeonato y con chances de ser campeón, para recaudar más dinero en el Estadio Ciudad de La Plata con visitantes. El amor es más fuerte, dicen, y finalmente el Lobo juega en su casa.
Cada intento de destierro, sea cual fuera el argumento, el Lobo retorna a su guarida. Nada, ni nadie, lo pueden cambiar. Noventa y cuatro años de vida, de luchas incansables, de resurgimientos, de tristezas y alegrías. De encuentros, de firmeza y conexión de vínculos, de familia y amigos.
Este año la Subcomisión de Vitalicios y la de Cultura y Museo organizaron un festejo que comenzó con una visita guiada para chicos de Los Hornos por todo el Juan Carmelo y continuó a las 18hs en el Salón El Decano con una charla abierta, colmada de historias y anécdotas recordadas por los ex jugadores como por ejemplo: Antonio “el Gallego” Rosl, Leo Noce y Gabriel Pedrazzi y el ex utilero Carlos Philipsberg.
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